Paseaba por los blogs leyendo algunas cosas interesantes y me fueron enlazando a más y más paginas de bloggers y leí los comments de un post que encontré entretenido. Dentro de esos comentarios me llamó la atención la imagen de un avatar que tenía una pequeña foto de aspecto vintage, tal vez raida por el tiempo o bien de alguien que quiso esconderse tras esa minuscula postal-retrato.
Fue así como llegué a Antonia y comencé a leer sus escritos en su blog, un blog muy humilde, chiquito, pero que al leerlo inmediatamente me dí cuenta que estaba leyendo a una persona muy amena, muy honesta y sincera. Las trivialidades de su vida, la foto de su hija, el lamento que expresa al pedir públicamente (perdón cibernéticamente) el cariño más demostrativo de su pareja… al parecer no es tan cariñoso como ella lo quisiera. Una lástima, al pensar que ella sí demuestra mucha vibra positiva.
Timidamente le dejé un comment de saludo en uno de sus post.
Y así en un par de días visité nuevamente su blog, pero grande fue mi sorpresa de que no pude dejar comment…estaba bloqueado involuntariamente por alguna mala operación en la configuración de su espacio… pero yo: quería escribirle.
Se me ocurrió la genial idea de tomar el mail de su info y agregarlo a mi lista de contactos del Messenger que es mi espacio comunicacional tanto para efectos personales como laborales. Tengo la ventaja de no tener ese espacio bloqueado como en muchas reparticiones sí lo está.
Una tarde estaba concentrado en mi trabajo cuando suena el clasico ping-dong de mi Messenger y una ventana azulada con una foto hermosa se desplegó en la parte inferior de mi pantalla : “Hola…. Quien eres?” …. Sorpresa, era ella, Antonia. Le expliqué mi osadía de agregarla a mi Messenger y ella lo aceptó. Intercambiamos un par de palabras, algunos mensajitos que en casi media hora de comunicación nos permitió descubrirnos un poco. Me comentó de su problema del blog y que ya lo había solucionado. Cosas triviales, pero en el fondo muy amable comunicación que quedó como compromiso de seguirla en cuanto tuvieramos la oportunidad y tiempo para hacerlo.
No transcurrieron dos o tres horas, cuando se vuelve a conectar y me solicita que por favor trataramos de no seguir mensajeandonos por el temor a que sea mal interpretada esta relacion comunicacional por su pareja. Obviamente entendible y acatada por mí. No soy de los que utiliza este medio en forma irresponsable.
Hoy pasé por su blog y solamente leí. No escribí ningun comentario. Solo con ver el nombre Antonia de su blog me conformé. Fue tan breve la comunicación pero a su vez muy sincera de su parte que me mereció escribirlo acá como testimonio de que sí hay muy buena y linda gente en este espacio que muchisimas personas mal utilizan.
Suerte para Antonia, ojalá su amado le diga que la quiere. Yo solamente puedo decirle que en el lapsus pequeño de conocernos superficialmente me dejó una grata impresión.
